Historia, estilos y patologías de la Iglesia de San Miguel

El Arquitecto Eladio Ferro Montero y el Arquitecto Técnico Alfonso Escalante Sánchez, publicaron un artículo, para el numero 49 (Marzo 1997) de la Revista Aparejadores que edita el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla, sobre la historia, los estilos arquitectonicos y las patologías que presentaba la conocida por los moronenses como la "Catedral de la Sierra Sur" o Iglesia de San Miguel Arcángel:


Su construcción, siempre a remolque de los aconteceres socio-políticos, fue alentada desde el propio Concejo de la Villa, a través de su esfuerzo y del de un pueblo que sufría un aislamiento provocado por su condición de fronterizo. Aún así, y a base de empujones económicos, se fue configurando una iglesia que, si bien denota una yuxtaposición de lenguajes estilísticos, también presenta una extraña unidad espacial: la amalgama del gótico tardío, manierismo, barroco clásico y formas platerescas asombran especialmente al visitante que, sin m embargo, ha de rendirse ante un edificio unitario en sus trazas y muy bello en su factura.

Es muy importante, igualmente, el carácter aglutinador que el edificio supone para la villa, especialmente en su ordenación y trazado primitivo. Por un lado, y con respecto al urbanismo, alrededor del templo se construyeron la plaza pública, y los edificios importantes de la ciudad; también los viales de acceso a la Ciudad convergían en esta zona. Por otro lado, la iglesia sostuvo el peso de todo tipo de acontecimientos sociales, religiosos y políticos de la ciudad.

Por todo ello, la Iglesia de San Miguel ha sido un espejo donde la ciudad se ha reflejado en un amplio abanico de aspectos en los que el propio templo ha marcado la pauta de definición que ha caracterizado, a lo largo de la historia, el sentir de un pueblo independiente, a la vez que ávido de absorber todo tipo de tendencias; un pueblo que luchó incansablemente ante la autoridad impuesta desde el exterior; un pueblo que a base de coraje y personalidad, levantó una de las iglesias más bellas y ejemplares de la arquitectura andaluza.

Evolución Histórica
El origen remoto de la Iglesia de San Miguel podemos encontrarlo en la ermita medieval de San Micas (c. 1.350, c. 1.395), que parece ser estuvo ubicada junto al emplazamiento del actual templo, y que desapareció posiblemente debido al terremoto de 1355.
A partir del 1402 podemos constatar los primeros asientos documentales respecto a la construcción de las primitivas iglesias de Morón: Santa María y San Miguel.

La construcción de esta última en el emplazamiento adyacente a la desaparecida Ermita de San Mícas, va a provocar un desplazamiento en el desarrollo urbanístico de la ciudad hacia esta zona, comenzando entonces el declive del cercano barrio de Santa María.

A finales de 1403 ya está concluida la estructura de la iglesia y ya en 1419, el edificio en su totalidad. Esta primitiva iglesia de San Miguel era, posiblemente, de estilo gótico-mudéjar y tenía tres naves. Su ampliación se desarrolla del 1402 a 1504 y se encargan las obras al maestro Juan de Aragón.
En el citado año de 1504, la Villa de Morón queda consternada con el desplome de la Iglesia de San Miguel, provocada quizás por el resentimiento de la estructura del templo por las ampliaciones sufridas, sin olvidar el fuerte terremoto que se produjo en este año.
A partir de 1506 se comienzan las obras de reconstrucción de la iglesia, comenzando por la fachada principal de los pies y dirigida por el maestro Antonio Ruíz.
En 1523, el maestro Diego de Riaño toma las riendas de las obras de San Miguel, cerrando la bóveda de la nave central y realizando una nueva cabecera de la iglesia para adaptarla a sus nuevas dimensiones.
En 1529 se paralizan las obras. Martín de Gainza, aparejador de Diego de Riaño, regresa en 1550 y realiza un proyecto de ampliación del templo, incluyendo la construcción de un campanario sobre la puerta principal, que no se llegó a levantar.
En 1562, el arquitecto Hernán Ruíz II prosigue las obras emprendidas por Gaínza, afectando principalmente al crucero.
A la muerte de éste en 1571, y hasta 1589, las obras corrieron a cargo de Pedro Díaz de Palacios, que amplió el transepto del templo. Este maestro retomaría unos años después la construcción de las obras, según proyecto del arquitecto italiano Bermundo Resta, que no comenzaron hasta el año 1600, aunque finalmente dichas obras fueron adjudicadas a Alonso Martín y a Rodrigo de Pontones.
Un nuevo proyecto de la cabecera del templo fue redactado por el arquitecto Asencio de Maeda, aunque se volvió al proyecto de Resta, remodelado por Lorenzo de Ovíedo (1602): la "obra nueva” había comenzado.
En 1611 se responsabiliza de la construcción el maestro Miguel de Zumárraga, y en 1615 queda completada la cabecera de la iglesia en su totalidad.
En 1627 la estructura de la iglesia de San Miguel, tal y como hoy la conocemos, estaba terminada, aunque carecía de torre campanario. Un año más tarde se comienza a consolidar y reparar el viejo alminar almohade y coronarlo con el cuerpo de campanas; se contaba con el proyecto de Bermundo Resta y la dirección del maestro Cristóbal Ortíz.
De 1676 a 1680 se construyó el cuerpo de campanas bajo la dirección del maestro Francisco Moreno; veinte años más tarde el edificio quedó rematado con los dos cuerpos de planta circular que hoy lo coronan.
El terremoto de 1680 deterioro en gran medida la estructura del templo, por lo que durante casi una década se estuvieron reparando los desperfectos sufridos.
Es posible, como apunta la historiadora María Fernanda Morón de Castro, que los trazos de la fachada principal del templo se debe al arquitecto Leonardo de Figueroa (c. 1.909), continuado por Diego Antonio Díaz según el diseño de aquel, y quedando completamente terminado en 1725.
En la segunda mitad del S. XVIII, intervino el arquitecto Pedro de Silva, para el arreglo de bóvedas, tejados, etc...
La última remodelación del templo corresponde al arquitecto Rafael Manzano, que en 1967 redactó un proyecto de restauración para la Dirección General de Bellas Artes: se trataba de desprender la cal de los muros interiores de la iglesia y derribar todas las dependencias anejas al edificio, aislándolo tal y como lo podemos observar en la actualidad.

Evolución Estilística
El templo presenta planta de salón, con tres naves de cinco tramos cada una y capillas laterales. En el crucero tiene nave de transepto y otra correspondiente al presbiterio. Termina el edificio con un testero plano configurado por la capilla mayor, capilla sacramental y sacristía. La iglesia está construida por piedra de sillería, proveniente de las canteras locales (caliza y arenisca), y también ladrillo en el crucero, torre y cabecera.

A) El cuerpo de la iglesia. (26, 18 rn. de largo X 20,16 m. de ancho).
Su planta se debe a tres maestros mayores: Antonio Ruíz, Diego de Riaño y Martín de Gainza. El primero, que comenzó a trabajar en 1508 se expresó en el gótico (primer tramo de la iglesia y naves laterales); el segundo, desde 1526, lo hizo en el gótico tardío (segundo y tercer tramo de la iglesia); el tercero, a partir de mitad de siglo, utilizó el lenguaje renacentista (cuarto tramo del edificio).

Los soportes son fasciculados, y su planta es diferente según la época: los del primer tramo son romboidales, los del segundo y tercer tramo son de sección semicircular hacia la nave central y romboidales las naves laterales, y, finalmente, los que dan paso al crucero, dibuja una flor de cuatro pétalos en su planta.

Las bóvedas de la nave central son nervadas, de tipo estrellado; las de las naves laterales son de crucería simple. La del primer tramo es de terceletes; las del segundo y tercer tramo transmiten el esplendor del gótico y la del cuarto tramo es puramente renacentista.

La Capilla de la Antigua está situada en el segundo tramo de la nave del Evangelio; es obra de Martín de Gainza y posee un sobrio sabor renacentista. Frente a ella se encuentra la capilla de San Pedro, reconstruida por Diego Antonio Díaz en 1717 pero respetando la traza primitiva y presenta una interesante cubierta de venera. En el cuarto tramo se abren a cada lado de las naves laterales dos capillas, de época posterior; la de San José y la de Los Dolores.

La portada exterior del tercer tramo de la nave del Evangelio presenta un elegante trazado gótico. La portada opuesta a la nave de la Epístola y la principal fueron demolidas y levantadas por Diego Antonio Díaz en el S. XVIII.

B) El crucero de la iglesia. (7,64 rn. de largo y 27,80 de ancho).
Realizado a partir de la segunda mitad del S. XVI y diseñado por Martin da Gaínza y Hernán Ruíz II, presenta un claro estilo renacentista. Se emplea como material principal el ladrillo. Sus bóvedas son pseudovaladas. La cúpula central es también ligeramente ovalada y posee una linterna redonda del S. XVII, probablemente de Alfonso de Vandelvira. Al exterior, las cubiertas se adornan con remates de carambolas bajo puntas de diamante, existen capillas en los extremos de los brazos del crucero, como la de San Lorenzo. El antecrucero presenta cuatro bóvedas de cascarón en ladrillo visto.

C) La cabecera del templo.
Las estancias que configuran la cabecera del templo se conocen como "obra nueva” y son de estilo barroco, de principios del S. XVII. Su planta responde a la rernodelación que Lorenzo de Oviedo hizo del proyecto de Bermundo Resta. La Capilla Mayor está formada por dos tramos con bóvedas vaídas y comunica en su lateral derecho con la sacristía. La Capilla Sacramental fue diseñada por Lorenzo de Oviedo y presenta bóvedas de medio cañón.

D) Fachada Principal y de la Epístola.
A principios del S. XVIII se realizaron la fachada lateral de la nave de la epístola y la fachada principal. La primera, fue diseñada por Diego Antonio Díaz y responde a las líneas del barroco tardío. Del mismo estilo pero con mayor ornamentación, la fachada principal se realizó según diseño de Leonardo de Figueroa. Se trata de una portada de bellísima plasticidad, flanqueada por columnas salomónicas de fuste estriado y con rica profusión de motivos ornamentales.

E) La torre. (45 m. de altura y 8 m. de lado).
De planta cuadrada y situada a la izquierda de la fachada principa1, se trata de un alminar almohade construido en 1adrillo, excepto en los primeros nueve metros, que son de piedra. Sobre la caña almohade se abrieron huecos en los S. XVI y XVII, según el diseño de Bermundo Resta. El resto de la torre, de estilo barroco, es también diseño del arquitecto italiano (segunda mitad del siglo XIV).

Estado actual: Patologías
De estudios recientes sobre el estado de la Iglesia de San Miguel se desprenden los siguientes datos:

1. Sintomatología
- Graves problemas de humedad en los parámetros de la Capilla del Sagrario.
- Abombamiento del plano de pavimentación en el Altar Mayor, así Corno en el Coro, con los consiguientes deterioros de la solería.
- Fisuración de bóvedas con desprendimiento de revestimientos en el y problemas puntuales asociados con la humedad.
- Focos de humedad en arranques de las bóvedas de las naves, con desprendimiento del mortero de agarre en la fábrica de piedra.
- Estado de ruina general en la Capilla de la Antigua, con grietas y desplomes.
- Acumulaciones de elementos vegetales y suciedad en cubiertas, con obturación de elementos de evacuación.
- En fachada, importantes focos de vegetación y deterioros de la fábrica de piedra.

Bóveda sin restaurar


Bóveda restaurada



2. Causas posibles
- Los problemas de humedad en cúpulas y bóvedas pueden deberse a puntos de entrada de agua por la cubierta, asociado a la obstrucción de desagües y agravado por las fisuras de la fábrica.
- La cimentación presenta una irregular composición, una desigualdad y, en ciertas zonas, un mal estado de conservación, lo que provoca daños en algunos sectores.
- La acumulación de aguas freáticas en las zonas Sur y Este de la iglesia provocan disgregación y alteración de sillares y morteros, así como ciclos de hundimiento y retractación sobre las arcillas del terreno, que generan los abombamientos en las solerías del Altar Mayor y Coro.
- La presencia de sulfatos en el análisis químico de los sillares produce ataques a la roca y su consiguiente desprendimiento.
- La llegada de humedad procedente del nivel freático hidrata la cal aún viva, con el correspondiente aumento de volumen, lo que origina el levantamiento de la iglesia. Los hundimientos de otras zonas se deben a la existencia de terrenos sin compactar.
- Las naves de la iglesia sufrieron hace algunos años una limpieza y eliminación del revestirniento, de modo que la fábrica, ahora desprotegida, presenta disgregación del mortero de las juntas, que cae continuamente sobre el pavimento de la iglesia.
- Los problemas de humedad en la capilla de la iglesia se deben al efecto combinado de la alta cota del nivel freático y de la gran diferencia de cotas entre el exterior de la calle en ese punto y el pavimento de la iglesia.
- En La Capilla de la Virgen de la Antigua, el estado de ruina se debe, además de los problemas de cimentación anteriormente citados, a la eliminación, en los años 70, de las construcciones anexas al edificio, que produjo una desprotección del muro de la que derivó una mayor velocidad de deterioro.

3. La restauración
Una vez analizados los síntomas y sus causas, se deriva de ello una gran cantidad de medidas tendentes a la restauración del edificio, entre las que podemos destacar las siguientes:
- Refuerzo o reconstrucción y realce de cimientos.
- Eliminación de aguas freáticas mediante zanjas drenantes perimetrales.
- Restauración y/o sustitución de sillares.
- Construcción de la piedra en las bóvedas de las naves.
- Reparación de cubiertas y eliminación de elementos vegetales, etc...

No obstante, es preciso señalar que en el primer trimestre del presente año 1997 se ha ejecutado una intervención por parte del Arzobispado de Sevilla, como medidas de urgencia ante el estado del templo. Así, estas obras han consistido en:
- Apuntalamiento y restauración de la Capilla de la Virgen de la Antigua.
- Limpieza, restauración e impermeabilización del sistema de cubiertas.
- Eliminación de elementos vegetales y limpieza generalizada.
- Restauración de vidrieras.
- Protección de las bóvedas de las naves contra desprendimientos mediante redes;

Esperamos que estas actuaciones sean sólo una primera fase de un gran proceso de restauración que devuelva a esta iglesia al estado de Conservación que merece.

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